domingo, 14 de mayo de 2017

Palladio

Hace tiempo escuché una melodía que me encantó pero nunca supe ni su autor ni su título. Y en estos días, gracias a una aportación de un amigo, la he redescubierto y la comparto con todos. 

Se trata del tema Palladio del compositor británico Karl Jenkins, que ya ha aparecido en varias entradas del blog (Rain Dance, Adiemus).

Karl Jenkins combina es sus creaciones la música clásica con la música contemporánea, elaborando desde música para anuncios comerciales, a bandas sonoras de películas y una sinfonía que ya se ha convertido en un clásico (El hombre armado: una misa para la paz).

El tema que comparto está dedicado al arquitecto italiano del renacimiento Andrea Palladio, quien hizo uso de las proporciones armónicas y matemáticas en sus construcciones, y Jenkins basa su composición en la simetría y en esta armonía matemática, como se puede comprobar al escuchar este tema, compuesto en el año 1995.

Para mi sorpresa, he visto que hay una gran cantidad de versiones de esta composición (desde piano hasta para acordeón) que en principio es para orquesta de cuerda y me ha resultado muy difícil elegir alguna para poner aquí. Al final he seleccionado cuatro, cada una con un matiz distinto pero todas igualmente buenas para mi gusto.

La primera versión que he elegido es una dirigida por el propio Karl Jenkins con ocasión de su 60 aniversario en el año 2004 e interpretada con un arpa digital:


La segunda es una versión de David Garret para violín y guitarra eléctrica:


La tercera merece la pena porque nos permite hacer un recorrido virtual por el museo del Louvre muy instructiva, en una interpretación clásica:


Y la cuarta y última una interpretación por el cuarteo de cuerda Palatine String Cuartet:


Espero que os guste y disfrutéis tanto como yo! 

La Historia de la Semana

viernes, 12 de mayo de 2017

El momento de la aurora

Una asignatura pendiente en muchos lugares y para muchas personas es la acogida al que piensa diferente de nosotros. 

Resulta más sencillo hacer divisiones y encasillar a los que nos rodean antes que hacer el esfuerzo de entenderlos y ver si existe algún elemento de unión para favorecer la convivencia y la universalidad.


Siempre es más importante trabajar en lo que nos une que en lo que nos separa, aunque seamos conscientes de que hay diferencias entre las personas. Sólo así se puede llegar a una convivencia natural y sin imposiciones.

La historia de esta semana, El momento de la aurora, incide en este tema para concienciarnos de que al final todos somos hermanos.

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​El momento de la aurora 



Un maestro reunió a sus alumnos y les preguntó:

- ¿Cómo podemos saber el momento exacto en que termina la noche y comienza el día?

 
-Cuando, de lejos, somos capaces de distinguir una oveja de un cachorro -dijo un niño.


El maestro no quedó satisfecho con la respuesta.


-La verdad -dijo otro alumno -sabemos que ya es de día cuando podemos distinguir, a la distancia, un olivo de una higuera.
 
-No es una buena definición -contestó.


-¿Cuál es la respuesta, entonces? -le preguntaron los pequeños.


Y el maestro dijo:

-Cuando un extraño se aproxima, y nosotros lo confundimos con nuestro hermano, ése es el momento cuando la noche acaba y comienza el día.


La Historia de la Semana

domingo, 7 de mayo de 2017

Toma una sonrisa

Todos soñamos con hacer grandes cosas y ser protagonistas de buenas historias. Y no está mal el pensarlo.

Pero normalmente están fuera del alcance de nuestras posibilidades. Mientras que hay cantidad de cosas sencillas y pequeñas al alcance de la mano que nos pasan desapercibidas.


Esta es la idea que comparto en la historia de esta semana a través de un texto de Mahatma Gandhi que nos recuerda que una sonrisa, un rayo de sol,... siendo cosas sencillas pueden hacer un gran bien a los demás.

Se titula Toma una sonrisa, y recuerda otra entrada del blog de hace tiempo que llevaba por título 24 pequeñas maneras de amar

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Toma una sonrisa

Toma una sonrisa, regálala a quien nunca la ha tenido.

Toma un rayo de sol, hazlo volar allá en donde reina la noche. 


Descubre una fuente, haz bañar a quien vive en el barro. 

Toma una lágrima, ponla en el rostro de quien nunca ha llorado.

Toma la valentía, ponla en el ánimo de quien no sabe luchar.

Descubre la vida, nárrala a quien no sabe entenderla.

Toma la esperanza, y vive en su luz.

Toma la bondad, y dónala a quien no sabe donar.


Descubre el amor, y hazlo conocer al mundo.



La Historia de la Semana